Hacienda de Los Castros
Esta vez decidimos irnos un poco mas al norte, mas concretamente a la Rambla de Castro. Se llega por la carretera del norte, pasando el Puerto de La Cruz, atravesamos el primer túnel y unos metros mas abajo justo en la derecha esta el mirador de San Pedro (km 41) donde se puede aparcar el coche. No iba a ser un pateo muy largo, aproximadamente unas tres horas, ya que la idea en un principio era llegar al hotel Maritin y dar la vuelta , bajar hasta la vieja casa donde se encontraba antiguamente la estación de bombeo La Gordejuela y seguir por un sinuoso sendero que nos lleva hasta la playa de La Fajana y volver de nuevo al mirador de San Pedro. Después irnos a Icod y hacernos una chuletada en una pequeña finca que pertenece a mi mujer. Quedamos como casi siempre a las nueve menos cuarto, esta vez en el Mirador de San Pedro. Lo único que nos fallo fue el cortadito, ya que no había nada abierto por el mirador. El calor empezaba a apretar, prometía un paseo duro por la costa. Decidí cargar solamente con la cámara. Desde aquí se puede ver la costa hasta el barrio de Las Aguas. Debajo mismo de nosotros sobresale un drago en un pequeño mar de plataneras. Comenzamos a bajar por el sendero que te lleva a la Ermita de San Pedro (siglo XVlll )a medida que avanzamos, vamos viendo entre unos palmerales canarios una casona enorme, la Hacienda de los Castros. Nos adentramos en la misma a investigar por sus alrededores.”!Heeeeeeee¡ !Quítate de ahí gigantón que no puedo hacer fotos.” “El amigo Fredi como siempre, metido en berenjenales abriendo puertas”. Proseguimos nuestra caminata por un camino empedrado, que nos lleva a un gran laurel de indias, que según dicen lo trajeron de Cuba. El sendero se vuelve de tierra, empezamos a pasar por el barranco de Castro y nos dirigimos al Fortín de San Fernando por un camino entre barandas. Estuvimos un rato descansando y contemplando toda la costa. Nos hicimos varias fotos y seguimos subiendo por el sendero. Hay otro sendero que empieza en forma de escalera y va descendiendo protegido por una valla de madera, que te lleva hasta la playa de la Fajana. Este pedazo de costa la llaman la costa del burgado, que llega casi hasta la playa del Socorro. Hace calor y empezamos a cruzarnos con grupos de extranjeros (Guiris) que vienen probablemente de la zona del hotel Maritin ó de la urbanización la Romántica.”¡ Hellooo!” “¡Holaaaa muchacho“!. El sendero tiene una pequeña pendiente que nos hace sudar un poco. Ahora el sendero nos lleva entre unas casas y pronto nos desviamos hacia la izquierda y bajamos. Vemos la antigua casa ó estación de bombeo la Gordejuela y decidimos indagar. El primero de todos como siempre, Fredi. La casa esta completamente en ruinas, pero este tipo de edificaciones en este estado me llaman mucho la atención para hacer fotos. Hay que bajar casi doscientos escalones. Fredi parece un ratón, saliendo y entrando por todos los agujeros por donde se puede meter. Mientras Auxi y Antonio no paran de hacerse fotos. Yo pierdo la noción del tiempo cazando fotografías, hasta que doy con el sinuoso sendero que nos lleva hasta la playa. Se encuentra en la parte baja de la casa, mirando hacia la playa de La Fajana Fredi: ¿Vamos a bajar por ahí?. “No lo se, no veo si se puede y es bastante peligroso“. Dimos media vuelta y volvimos a la casa. Comencé a hablar con Antonio y Auxi de la posibilidad de bajar a la playa por el sendero, mientras, Fredi había desaparecido del mapa. Empezamos a llamarlo pero no había manera. Lo llamamos por el móvil y tampoco. Entonces empezamos a preocuparnos. Yo miraba para el mar, para los agujeros de la casa, para la escalera…..en fin para todos lados y de repente….. ¡hay estaba! Asomando la cabecita en final de la escalera. “¡Tu no oyes que te estamos llamando¡, te hemos llamado hasta por el móvil! Siempre haces lo mismo, tienes que aprender a caminar junto con los demás porque en caso de un accidente tenemos que ayudarnos. ¡Nos vamos por la playa!. Tu como ya estas ahí arriba vete por el sendero por donde vinimos!”No se como bajo los doscientos escalones pero al momento estaba allí con nosotros. El senderito se las trae, ojo con los que tienen vértigo. No creo que tenga mas de un metro de ancho con una buena caída hacia la playa, o mejor aun hacia las rocas por el lado derecho. La primera bajada esta llena de tierra suelta, así que mucho cuidado, luego viene unas escaleras que encima están mojadas y por el medio de estas pasa una tubería que en un momento dado hay que pasar por encima. Hay una cuerda donde te puedes ir agarrando, luego llegas a una zona mas ancha y luego a otra escalera también mas ancha, pero….¡Sorpresa! La escalera esta cortada y en su lugar hay una valla amarilla de obras para poder bajar. Bajamos casi sin problemas y ya estábamos en la playa. Fredi: "A mi no me trancan mas pedazos de cabr…." Nos acercamos a una casa que hay en la playa , ocupada seguramente por los surferos de la zona, en la que se encuentra un estanque de agua. Aquí estuvimos un rato descansando y contemplando la playa. Tuvimos que atravesar saltando grandes callados para volver a encontrar el camino. Llegamos a lo que yo conozco como la casa del agua, donde hay unos cuartos para la maquinaria y unos estanques donde se crían carpas, que mantienen limpia el agua y los filtros de estos. Decidimos atravesar unas galerías que se encuentran por encima de la casa y hacia la derecha, fuera del sendero, para llegar a la Playa de Castro. ¡Yo no me meto hay ni loco, ustedes me van a matar!. Al Fredi le dio cagaléra, cuando vio el agujero por donde íbamos a meternos y sin linterna, solamente con la luz de la cámara y de un teléfono móvil. Calculo que unos cincuenta metros. “Venga ya cagón con lo grande que eres, por aquí pasan niños todos los días” ¡jajajajajajjj!
Atravesamos la galería y ya nos dirigimos al naciente de madre del agua, que esta atravesando un sendero hecho de madera hasta el final. De aquí volvimos al mirador de San Pedro en busca de los coches, para ir a echarnos esa chuletada que tanto estábamos añorando. Chuletas, Chistorras, Salchichas, Morcillas, Papas fritas y una media tranca de vino, que termino en casa de mi cuñada tomando café, fue el final mas que feliz de este espectacular pateo
Esta vez decidimos irnos un poco mas al norte, mas concretamente a la Rambla de Castro. Se llega por la carretera del norte, pasando el Puerto de La Cruz, atravesamos el primer túnel y unos metros mas abajo justo en la derecha esta el mirador de San Pedro (km 41) donde se puede aparcar el coche. No iba a ser un pateo muy largo, aproximadamente unas tres horas, ya que la idea en un principio era llegar al hotel Maritin y dar la vuelta , bajar hasta la vieja casa donde se encontraba antiguamente la estación de bombeo La Gordejuela y seguir por un sinuoso sendero que nos lleva hasta la playa de La Fajana y volver de nuevo al mirador de San Pedro. Después irnos a Icod y hacernos una chuletada en una pequeña finca que pertenece a mi mujer. Quedamos como casi siempre a las nueve menos cuarto, esta vez en el Mirador de San Pedro. Lo único que nos fallo fue el cortadito, ya que no había nada abierto por el mirador. El calor empezaba a apretar, prometía un paseo duro por la costa. Decidí cargar solamente con la cámara. Desde aquí se puede ver la costa hasta el barrio de Las Aguas. Debajo mismo de nosotros sobresale un drago en un pequeño mar de plataneras. Comenzamos a bajar por el sendero que te lleva a la Ermita de San Pedro (siglo XVlll )a medida que avanzamos, vamos viendo entre unos palmerales canarios una casona enorme, la Hacienda de los Castros. Nos adentramos en la misma a investigar por sus alrededores.”!Heeeeeeee¡ !Quítate de ahí gigantón que no puedo hacer fotos.” “El amigo Fredi como siempre, metido en berenjenales abriendo puertas”. Proseguimos nuestra caminata por un camino empedrado, que nos lleva a un gran laurel de indias, que según dicen lo trajeron de Cuba. El sendero se vuelve de tierra, empezamos a pasar por el barranco de Castro y nos dirigimos al Fortín de San Fernando por un camino entre barandas. Estuvimos un rato descansando y contemplando toda la costa. Nos hicimos varias fotos y seguimos subiendo por el sendero. Hay otro sendero que empieza en forma de escalera y va descendiendo protegido por una valla de madera, que te lleva hasta la playa de la Fajana. Este pedazo de costa la llaman la costa del burgado, que llega casi hasta la playa del Socorro. Hace calor y empezamos a cruzarnos con grupos de extranjeros (Guiris) que vienen probablemente de la zona del hotel Maritin ó de la urbanización la Romántica.”¡ Hellooo!” “¡Holaaaa muchacho“!. El sendero tiene una pequeña pendiente que nos hace sudar un poco. Ahora el sendero nos lleva entre unas casas y pronto nos desviamos hacia la izquierda y bajamos. Vemos la antigua casa ó estación de bombeo la Gordejuela y decidimos indagar. El primero de todos como siempre, Fredi. La casa esta completamente en ruinas, pero este tipo de edificaciones en este estado me llaman mucho la atención para hacer fotos. Hay que bajar casi doscientos escalones. Fredi parece un ratón, saliendo y entrando por todos los agujeros por donde se puede meter. Mientras Auxi y Antonio no paran de hacerse fotos. Yo pierdo la noción del tiempo cazando fotografías, hasta que doy con el sinuoso sendero que nos lleva hasta la playa. Se encuentra en la parte baja de la casa, mirando hacia la playa de La Fajana Fredi: ¿Vamos a bajar por ahí?. “No lo se, no veo si se puede y es bastante peligroso“. Dimos media vuelta y volvimos a la casa. Comencé a hablar con Antonio y Auxi de la posibilidad de bajar a la playa por el sendero, mientras, Fredi había desaparecido del mapa. Empezamos a llamarlo pero no había manera. Lo llamamos por el móvil y tampoco. Entonces empezamos a preocuparnos. Yo miraba para el mar, para los agujeros de la casa, para la escalera…..en fin para todos lados y de repente….. ¡hay estaba! Asomando la cabecita en final de la escalera. “¡Tu no oyes que te estamos llamando¡, te hemos llamado hasta por el móvil! Siempre haces lo mismo, tienes que aprender a caminar junto con los demás porque en caso de un accidente tenemos que ayudarnos. ¡Nos vamos por la playa!. Tu como ya estas ahí arriba vete por el sendero por donde vinimos!”No se como bajo los doscientos escalones pero al momento estaba allí con nosotros. El senderito se las trae, ojo con los que tienen vértigo. No creo que tenga mas de un metro de ancho con una buena caída hacia la playa, o mejor aun hacia las rocas por el lado derecho. La primera bajada esta llena de tierra suelta, así que mucho cuidado, luego viene unas escaleras que encima están mojadas y por el medio de estas pasa una tubería que en un momento dado hay que pasar por encima. Hay una cuerda donde te puedes ir agarrando, luego llegas a una zona mas ancha y luego a otra escalera también mas ancha, pero….¡Sorpresa! La escalera esta cortada y en su lugar hay una valla amarilla de obras para poder bajar. Bajamos casi sin problemas y ya estábamos en la playa. Fredi: "A mi no me trancan mas pedazos de cabr…." Nos acercamos a una casa que hay en la playa , ocupada seguramente por los surferos de la zona, en la que se encuentra un estanque de agua. Aquí estuvimos un rato descansando y contemplando la playa. Tuvimos que atravesar saltando grandes callados para volver a encontrar el camino. Llegamos a lo que yo conozco como la casa del agua, donde hay unos cuartos para la maquinaria y unos estanques donde se crían carpas, que mantienen limpia el agua y los filtros de estos. Decidimos atravesar unas galerías que se encuentran por encima de la casa y hacia la derecha, fuera del sendero, para llegar a la Playa de Castro. ¡Yo no me meto hay ni loco, ustedes me van a matar!. Al Fredi le dio cagaléra, cuando vio el agujero por donde íbamos a meternos y sin linterna, solamente con la luz de la cámara y de un teléfono móvil. Calculo que unos cincuenta metros. “Venga ya cagón con lo grande que eres, por aquí pasan niños todos los días” ¡jajajajajajjj!
Atravesamos la galería y ya nos dirigimos al naciente de madre del agua, que esta atravesando un sendero hecho de madera hasta el final. De aquí volvimos al mirador de San Pedro en busca de los coches, para ir a echarnos esa chuletada que tanto estábamos añorando. Chuletas, Chistorras, Salchichas, Morcillas, Papas fritas y una media tranca de vino, que termino en casa de mi cuñada tomando café, fue el final mas que feliz de este espectacular pateo
Un saludo amigos y hasta la proxima.
Fortin de San Fernando
El Guindaste 
Ermita de San Pedro
Hacienda de Los Castros
Playa de Castro
Ruinas de la vieja estacion de bombeo la Gordejuela
Sendero hacia la Playa de la Fajana
Playa de la Fajana
CARLOS ROJAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario