lunes, 19 de enero de 2009

TABORNO-AFUR-DEGOLLADA DE LA CUMBRECILLA-TAGANANA 4/1/2009

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Como el grupo me sigue dejando la logística y como soy un enamorado de Anaga, volvimos de nuevo a caminar por la maravillosa magia de sus bosques de laurisilva. Esta vez bordeándolos por su zona baja, que nos llevaría hasta Taganana. Aunque tuvimos que dejar un coche en Taganana y otro en Taborno, la caminata valía la pena. Son sitios donde los Domingos las guaguas tienen una hora determinada para pasar y la verdad que no se trataba de ir corriendo sino de pasear y disfrutar de la flora y la fauna de este lugar. Dejamos uno de los coches, como ya dije en la parada de guaguas (Autobuses para el peninsular ) de Taganana, justo enfrente de la subida que lleva al bar restaurante Casa Picar y a la iglesia. Ya en Taborno nos echamos un cortadito en el bar de Carmita,”Ya saben, la del teléfono móvil”(De Taborno al Roque Taborno, Mirador de Aguaide) . Esta vez estaba el marido solo y era un hombre poco hablador, al lado de Carmita claro está. El día estaba nublado como es normal casi siempre por estos andurriales. Cogimos los bártulos y nos acercamos a un cartel informativo que esta al lado del colegio, que nos indica el lugar exacto donde estábamos y hasta donde podíamos llegar. Empezamos a bajar por una carretera asfaltada a la derecha. Es muy estrecha en la que solo cabe un coche y no tiene salida, es una vía echa para los vecinos. Era agradable caminar por este sitio. Muchas de las gentes del lugar, ya están trabajando en sus huertas. Se nos quedan mirando y nos saludan, a lo que nosotros correspondemos. Los arcenes están llenos de musgo y de cerrajas, también encontramos algunas bicacarera (Canarina Canariensis). Desde donde estamos, un pequeño terraplén que nosotros cogemos como mirador, tenemos unas vistas increíbles de Afur, la playa de Tamadite y la Degollada de la Cumbrecilla. Se ve perfectamente el trayecto desde Afur hasta el principio de la subida de la cumbrecilla, que empieza al lado mismo de un grupo eléctrico. Este trayecto hay que hacerlo por la carretera asfaltada. “¿Tenemos que llegar hasta allí”?. “Si Fredi; ¿Ves aquellas dos torretas de la luz que se ven en la degollada? “Pues hasta allí y luego bajar hasta Taganana”; “¡ Vete Pal Carajo!”. El asfalto termina y comenzamos el sendero que nos va llevar por el barranco descendiendo en zigzag, casi hasta el mismo bar de José Cañón. El bar de José Cañón es conocido por todos los caminantes desde hace años. Muchos son los extranjeros que vienen a conocer a este popular personaje de la zona. Su bar antes fue posada y casa de comidas, pero hoy en día solo te puedes comer algún bocadillo, tomar un refresco, un vaso de vino, o un café que te hará la mujer en la cocina de la casa. Mientras bajamos por este imponente barranco vamos oyendo como corre el agua por su cause, su vegetación es asombrosa. La vegetación termófila se mezcla con la vegetación de barranco. El día nos sigue acompañando con una temperatura muy suave por este sendero increíble y en el que no encontramos a nadie en todo el trayecto hasta Afur. El sendero es un camino de cabras en donde hay tramos que están cortados a cuchillos, pero no hay nada de que preocuparse, (“así es el senderista“). La niebla fluye todavía en las cumbres mas altas del barranco. Algunas de estas, por la caída de sus paredes, te invitan a rapelar por ellas, solo que yo por ejemplo prefiero ya tener los pies en el suelo. Empezamos a notar por la zona la mano del hombre y pronto llegamos a las primeras casas del lugar. De repente el suelo se torna en cemento. “Ya que veníamos con las rodillas y los cuadriceps calentitos, ahora se nos van a quedar los dedos como muñones” (Dícese del que encoge los dedos de los pies cuando baja por una pendiente de cemento, “según yo”). Es un sendero sin perdida, todo en pendiente, si te desvías de el “te riscas por el barranco “. Empezamos a caminar por un pasaje llano, que nos lleva a un pequeño puente por donde brota una cascada de agua. Nos paramos a contemplar y a oír el ruido de esta, mientras hablábamos de la cantidad de enormes ñames (planta que crece en las aguas o humedad de los barrancos, de la cual se extrae un tubérculo parecido a la batata, que se suele comer guisado) que crecían en los bordes de este barranco. Continuamos por el sendero hasta llegar a unas escaleras que nos lleva a la iglesia del caserío de Afur y un poco mas abajo al bar de José Cañón. Por primera vez vemos al amigo Antonio un poco fundido, cosa que nos extraño ya que es el mas fuerte de los cuatro. Entramos al bar dándole los buenos días a Don José. El bareto es increíble, es el antiguo guachinche sin animo de ofender. Yo lo defino así, pero la mayoría de la gente piensa que un guachinche es un bar sucio y lleno de moscas, cucarachas y gente borracha. ¡Pues están equivocados!. Esta es su definición: Guachinche es el nombre que recibe un tipo de taberna típica de la isla canaria de Tenerife que también se utiliza para designar tabernas similares en otros lugares de Canarias, y que significa tumulto, alboroto. Estos establecimientos tienen su origen en los tenderetes que montaban muchos agricultores y ganaderos en determinadas fechas del año para vender sus productos (especialmente vino de malvasía) directamente al comprador inglés y posteriormente al consumidor local.
Los guachinches se correspondían con una habitación de la casa familiar, donde la esposa del bodeguero ofrecía alguna tapa sacada de la cocina familiar para acompañar a la perra de vino.
Pos ya lo saben””No se equivoquen”. Pedimos algo de beber y de comer ya que lo que tenia Antonio era un Fatigón del carajo. Don José se fue a buscar unos bocadillos de queso blanco, mientras Auxi, Antonio y Fredi flipaban con el bar, que poco había cambiado en tantos años. Fredi:“Come afgo efnano, echa ahí una moffdida al boffcadifflllo coñoff.
Estuvimos un rato hablando con Don José, que nos contaba como muchos extranjeros le mandaban saludos y fotos de otros compañeros que habían estado por allí. ¡ Huuuuuu! Tengo cajas de galletas llenas de fotos por allí encima. Después, estuvimos comentando el itinerario que teníamos pensado seguir, “En veinte minutos están en la cumbrecilla, cuando lleguen a las dos torres de la luz, que están casi juntas ahí empieza la bajada a Taganana. En cuarenta y cinco minutos saliendo de aquí están abajo”. Estas son las cosas de la gente de campo de mi tierra (El mago, con todo mi cariño). Cuarenta y cinco minutos del mago equivale a dos horas y media del pijo santacrucero. Nos despedimos del amigo José Cañón y cogimos un pequeño atajo que sube entre la iglesia y las casas que están por encima de esta, cortando así un pequeño tramo de carretera. La subida hasta el grupo eléctrico, que es aproximadamente de un kilómetro y medio la hicimos muy tranquilos, con Antonio ya repuesto después del desayuno. Íbamos pegados a los guarda cantones oyendo en todo momento el sonido del agua que fluía por el barranco. Comentábamos lo lejos que se veía el Roque Taborno y la bajada por el sendero del barranco que habíamos echo casi desde allí. Llegamos sin darnos cuenta al torreón de la luz (subiendo a la izquierda) y penetramos en una vereda enfangada por las ultimas lluvias. Subimos con cuidado de no resbalar los primeros “cienes” o doscientos metros, hasta que el terreno se volvió un poco mas duro y fácil de caminar. Nos cruzamos con un guiri que viene de Taganana, según el. (“¡Hooo! ¡Ufff! Camino bastanta dificile, tengo roto pies”). ¡Adios mi hermano! Pasamos por algunas casas(casas de la cumbrecilla) saludando a sus inquilinos y llegamos a un tramo del sendero que esta cubierta por una plancha de cemento, para subir los coches. Imagino que para llevar material de construcción para las casas. Vuelve a cambiar el camino y la vegetación se empieza a mezclar con la laurisilva (Helechos, Fayal -Brezal, Bicacareras, Palo Blanco, Laurel Canario, algún que otro Barbusano). El sol nos empieza a calentar por esta zona, gracias que ya estamos prácticamente arriba. El paisaje es espectacular y me entretengo sacando unas panorámicas. “¡Chaaaa! ¡Fuuiii! (Silbido) “¡Voooyy!. Desde aquí seguimos oyendo el sonido del agua que baja por el barranco. Llegamos a las dos torretas y al final de la subidita, donde descansamos un rato. Es un cruce de caminos que viene de la casa forestal. Nos queda una buena bajada hasta Taganana. Empiezo a comprender al guiri. El amigo lo subió. Comenzamos a bajar y de repente: ¡ Fuuuaaaa ! “Leñazo del Fredi y rodilla otra vez trastocada”(Foto). ¡”Me caguennnn”! . Gran parte de la bajada esta echa de empedrado y la llegada a Taganana ….. Ya sabemos como son sus calles en la parte alta del pueblo (De Cemento). Volvimos a descansar otro rato para que Fredi se recuperara, aprovechando para comernos unas frutas bajo la sombra de unos brezos. Esta pendiente, por la cantidad de piedra viva resbaladiza que tiene es mucho mas complicada que la de Taborno. Poco a poco vamos llegando a la parte alta del barrio de los naranjos. Vemos el barrio de Portugal y al fondo Taganana bajo el Roque de las Animas y en el mar los Roques de Anaga. La ultima parte del sendero nos lleva hasta Taganana en un caminar lento y suave y sin ninguna dificultad. La única que encontramos, fue el tufo a la “cassnne” que salía de algunas de las primeras casas que nos encontramos, que nos partía el alma. Llegamos al restaurante Casa Picar, donde nos echamos unas cervecitas y unos churritos de pescados, finalizando aquí nuestro espectacular pateo y pensando cual iba a ser nuestra próxima andadura.
Y como siempre me despido de ustedes como lo hacia la cabra de Pepe Monaga
“¡BUUUURRGUAY!” .
Saliendo de Taborno
Afur

Playa de Tamadite
Sendero hacia Afur



Barranco de Afur










En el Bar de Jose Cañon
Auxi flipando con el bar
Con Don Jose
Subiendo La Cumbrecilla
Roques de Anaga desde la Degollada de La Cumbrecilla
Bajando a Taganana
Risco Guayosa
Calle de Taganana
CARLOS ROJAS.







2 comentarios:

Begoña-Echeydas dijo...

Leer tus narraciones me transporta a esas "pateadas" con la imaginación... El ruido del agua, el olor del mar... (no se peloteo que lo zepas), tus caidas...jejejejejeje
El que no sepa que es un guachinche, no sabe lo que se pierde... Las garbanzas...ese vino... la carne de cabra...mmmmm
¡No saben lo que se pierden!

Ay0ze_Amor dijo...

Viva mi Pueblo de Afur un saludo al amigo que publico estas estupendas fotos en las k paso por mi casa :D atentamente Ayoze